Un niño TDAH tiene muchas dificultades para realizar actividades que requieran un nivel elevado de concentración, también puede tener dificultades para estar durante mucho tiempo sentado en el mismo sitio, mantener la atención jugando a alguna cosa, seguir las reglas de un juego, guardar los turnos, realizar un trabajo en equipo, etc. Además es bastante común que se mueva sin parar, que toquetee cosas sin pedir permiso, que le cueste seguir una conversación etc. Es por ello que con mucha frecuencia los padres, familiares, profesores, compañeros del cole y amigos de este le tilden de “pesado” o “mal educado”.
Sería importante tener presente que el niño no se comporta así de manera intencionada, sino que lo hace porque tiene dificultades para mantener la atención y controlar sus impulsos. Deberíamos de ser cuidadosos con esto e intentar que las personas que interactúan con este niño también tengan esto presente, por que etiquetarlo de manera negativa puede tener consecuencias nefastas para su autoestima. Sé que visto así parece algo sencillo de llevar a cabo, pero que en la práctica se complica mucho más. Es cierto que como padres, abuelos, hermanos, profes, amiguitos.... a veces podamos desbordarnos con las conductas de el y al final sin querer terminamos encasillándolo.
En otras ocasiones damos por sentado que cuando alguien (que realmente no sabemos quién ha sido) ha roto algo, ha hecho ruido, ha pegado a alguien... ha sido seguro este niño, basándonos en experiencias anteriores, sin cercionarnos de ello. Cuanto más mantenemos esta actitud hacia este niño, más mantenemos su dificultad de salir de este rol.
Esto que hacemos puede provocar problemas de autoestima y síntomas depresivos en estos niños, además ellos no sólo continuarán teniendo dificultades para atender y controlar sus impulsos, sino que llegarán a rechazarse a sí mismos y a la escuela , a los compañeros y los amigos e incluso a la familia sintiéndose desmotivado para superar sus dificultades.
Como padres tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestro hijo TDAH. Es por ello que es importante que podamos informar de las dificultades que tiene nuestro hijo a nuestros familiares, a sus profesores, a los papás de sus amiguitos y a sus amiguitos, con la finalidad de evitar que se mantengan estas etiquetas. Por otro lado también es importante que el equipo de orientación del colegio conozca el diagnostico del niño para que puedan llevar a cabo la adaptación curricular correspondiente.
Es importante que como padres, hermanos, familiares, profesores, amiguitos podamos ayudar al niño a reconocer y desarrollar su potencial personalizado que mejorará su autoestima, siguiendo las siguientes pautas:
Descubra que tiene de especial y dígaselo.
Intente ser más flexible con sus dificultades y conductas disruptivas.
Utilice mensajes positivos.
Crea en él.
Enseñe a su hijo a descubrir en qué es bueno y poténcielo.
Ayúdelo a aceptar su propias limitaciones y acéptelo.
Ayúdelo a superar las dificultades.
No debemos de olvidar que aunque el niño pueda tener algunas dificultades, seguro tiene otras potencialidades que si se les refuerzan conseguirán una buena autoestima.